lunes, 30 de abril de 2007

Bienvenida, Sofia, vas a tener una vida de perros

Por si alguien todavía no se ha enterado, ya ha nacido la segunda hija de los Príncipes de Asturias. Ha sido por cesárea y se va a llamar Sofía, como la reina. Así que desde este blog voy a aprovechar la ocasión para dar la bienvenida a Sofía, una niña que nace con la vida hecha, sin necesidad de trabajar, admirada sin merecerlo, respetada aun sin tener que hacer nada, ya que la probabilidad de que llegue a reinar es tan remota como la de que lo haga su madre.

Es como aquel chiste del admirado Gila, que cuando nació su tía era tan fea que el médico le dijo a su abuela "ha tenido usted una soltera". No, no estoy diciendo que la pequeña Sofía sea fea. Digo que es como si al nacer le hubieran dicho a su madre "ha tenido usted una jubilada ricachona que se va a dedicar a hacer obras de caridad y a presidir asociaciones benéficas de por vida".

No creo que a Letizia, la periodista, realmente le guste esta vida que lleva. Una mujer que ha estudiado periodismo y que ha viajado a países en conflicto por su trabajo no puede ser feliz sabiendo que sus hijas van a ser unas ociosas insoportables. Pero ya es demasiado tarde y no puede hacer otra cosa que tener un hijo cada año y medio hasta que nazca un varón. Es lo mismo que le ha pasado a la infanta Cristina pero con la niña. Un poco más y montan un equipo de balonmano. Y la niña de árbitro.

Volviendo al principio, doy la bienvenida a Sofía a una vida de perros. Y no porque vaya a tener mala vida, ni mucho menos. Es que los perros, por si no te habías dado cuenta, vivimos pero que muy bien. Como Sofía. Guau.

domingo, 29 de abril de 2007

La lluvia en Sevilla es una maravilla... porque hace sol

Justo antes de que comenzase este puente de mayo todos los hombres del tiempo pasaron la semana advirtiendo que el puente iba a estar medio pasado por agua, que hasta el lunes no comenzaría a hacer bueno, que se esperaban ocho millones de desplazamientos... todo para desanimar a la gente y que no saliesen. Mis amos han pasado de las advertencias y pese a los malos augurios han decidido venir a Sevilla, donde según las previsiones meteorológicas también iba a llover durante el sábado y estaría nublado el domingo.

Nada más lejos de la realidad. Tanto ayer como hoy estamos teniendo un tiempo estupendo. Esta mañana los amos me llevaron a correr a un parque precioso que hay aquí en Torre de la Reina y lo pasé cañón. Y luego, por si alguien tenía alguna duda de que hacía buen tiempo, SE HAN IDO A LA PLAYA. Sí, señor, como lo oyes, al Puerto de Santa María. Pues menuda bazofia de predicciones meteorológicas. Para eso que se ahorren el sueldo de todos esos hombres del tiempo y se inventen las predicciones igual que hacen los de los horóscopos...

... ¿o es que el gobierno no quiere que justo antes de las elecciones haya muchos muertos en la carretera y por eso han desanimado a la gente? ¿No sería mejor poner otro tipo de medidas menos intervencionistas y más protectoras de los votantes? ...mmm no entiendo por qué los humanos se empeñan en elegir democráticamente semejantes cenutrios. Más les valdría ser gobernados por un perro.

Por cierto, en Torre de la Reina hay un parque genial. Aquí me podéis ver corriendo como un loco mientras el amo me tira palos.

viernes, 27 de abril de 2007

Buenos días...

Mmmm... así es como me paso todas las mañanas. Es un gustito tumbarse sobre la cama recién hecha y dejarse arrullar por los sonidos de la mañana: el canario cantando, el amo tecleando como un loco en el salón, los pescaderos descargando cajas de su camión, el paleto con la música a tope en su coche hortera... qué bonito. Al fin es viernes. Guau.

jueves, 26 de abril de 2007

Mi veterinaria se llama Natalia

Anteayer fuimos a la clínica veterinaria porque ya me tocaba la desparasitación y, de paso, mis amos querían comprarme pastillas para viajar en coche. La visita a la clínica fue estupenda -en realidad es que me encanta mi veterinaria, se llama Natalia y es muuuuuy simpática-. Y me encanta sobre todo cuando toca la desparasitación, que aunque suene tan mal simplemente consiste en meterme una pastilla en el gaznate y cerrarme la boca hasta que me la trago (nada de desagradables jeringas o -peor aún- aguja e hilo si me he hecho algún descalabro).
 
Y después viene lo bueno, porque Natalia me da un premio. A ella siempre se le olvida que no me gustan los palitos de premio que tiene arriba, en su consulta. Así que me lo da y yo lo huelo pero no lo cojo. Miro a mi ama y ella dice "es que estos no le gustan, acuérdate de que este perro es un gourmet". Y luego bajamos y me da un premio de los buenos, de los que tiene junto a la caja. Yo me siento y pongo cara de bueno. Levanto una pata y me da el premio, y todos sonríen mucho y se ponen muy contentos (los amos porque se sienten orgullosos de mí, y ella porque va a cobrar por sus servicios). Por cierto, también me pesaron y sigo igual de fibroso y delgado: 27 kilitos de nada.
 
Por lo que respecta a las pastillas... sí, he de reconocer aunque me pese que no soporto los viajes largos en coche. Me mareo. Vomito. Se me cae la baba... lo paso fatal. Así que cuando vamos a salir a un viaje largo me tienen que "drogar". La noche anterior no me dan de cenar, así que no puedo vomitar porque no tengo nada en el estómago. Y el día del viaje lo paso entre sueños y rarezas. No me entero muy bien de nada, ni de dónde estamos ni dónde vamos. Pero al menos me dan mi cena. Uff. Ya estoy temiéndolo. Guau.

lunes, 23 de abril de 2007

Llamamiento contra Sunshine

A todos los perros del mundo: decid a vuestros amos que no vayan a ver Sunshine. Repito: NO VAYAN A VER SUNSHINE. Ayer fueron mis amos a verla y volvieron realmente enfadados. Éstas fueron algunas de las frases que dijeron al llegar a casa:
 
-Vaya bazofia de reparto: además de desconocidos, son los peores actores que hemos visto en mucho tiempo.
-En lugar de Sunshine debería llamarse Shitshine.
-¡Qué pena que lleve en su título la palabra Sunshine: es degradante para esa pequeña joya llamada "Pequeña Miss Sunshine" que alguien pueda llegar a confundir una con otra.
-El argumento es bueno: el sol se apaga y una misión va con una bomba a arrojarla justo en su centro para reavivar su fuego y salvar a la Tierra de una congelación segura. Pero ¿cómo se puede llevar a la práctica de manera tan lenta, poco interesante, poco atrevida, previsible y aburrida?
-El punto del argumento que hace "arrancar" la acción es totalmente improbable: en una misión de alto riesgo para toda la humanidad NADIE tomaría una decisión tan absurda basada en un supuesto. Lógicamente, como era previsible, ocurre lo que esperábamos que ocurriera. (No doy detalles por si algún descerebrado decide verla. Si fuera el caso, que la piratee, que no pague por ella. Y créeme, mis amos son defensores de la legalidad, odian la piratería...)
-Películas como Sunshine justifican la piratería. Nos hemos gastado 13,50 euros en las dos entradas más 9,30 euros en las palomitas y la Coca-Cola: 22,80 euros en una mierda que no merece ni que la echen en La 2 a las tres de la mañana cuando nadie la vea.
-¿Quién le ha dicho al director que un sonido estridente e insoportable de violines desafinados le gusta al público?
-¿Por qué al psicólogo de la nave se le va la pinza y se expone al calor dañino del sol sin venir a cuento?
-¿Por qué en una nave de alta tecnología los cálculos de un cambio de rumbo tienen que ser hechos por un tripulante con papel y boli... con la consiguiente previsible metedura de pata en algo realmente serio, que va a ser definitivo para la misión?
-¿Por qué en una misión espacial de alto nivel los trajes parecen diseñados por niños? ¿Por qué en una nave cuyo escudo está compuesto por miles de espejos resitentes al calor del Sol tienen que salir dos de los siete tripulantes al exterior -arriesgando su vida- para arreglar cuatro espejos?
-¿Por qué una nave tan avanzada, que reconoce y llama por su nombre a cada tripulante, puede ser tan fácilmente saboteada? ¿Por qué la superinteligente nave detecta un tripulante no conocido y NO AVISA a la tripulación? Así podría seguir hasta reventar del todo el argumento, pero no lo haré.
 
Sunshine es de esas películas en las que te pasas el 80% del tiempo esperando a que empiece a ocurrir de verdad ALGO. Es lenta. Previsible. Cuando comienza realmente a ocurrir algo es cuando la mediocridad del director se hace más patente: el argumento empieza a hacer aguas, el "malo" aparece siempre difuminado (¿no tenían dinero para hacerle un buen maquillaje?)
 
En fin, amigos, menos mal que existen los grabadores con disco duro y al volver a casa los amos comprobaron que la programación del grabador funciona: pudieron ver sin problemas dos estupendos capítulos de Mujeres Desesperadas. Guau, qué serie.
 
 

viernes, 20 de abril de 2007

Nosotros también tenemos nuestras necesidades


Y con eso me refiero, claro que sí, a las necesidades sexuales. Ya sabes, llega la primavera y cualquier cojín, edredón o montón de ropa fácilmente estrujable nos parece digno de monta. Para estos casos se ha inventado una muñeca hinchable para perros, que puedes ver con foto y todo aquí . Aunque realmente no es muy guapa, tiene lo que hay que tener. Y con eso lo he dicho todo.


En mi caso, y pese a que estoy castrado, también tengo necesidades -menos perentorias que antes de la esterilización, cierto, pero las tengo-. Y cuando me siento "cariñoso" lo que más me gusta es un elefante de peluche que antes tenía mi ama colocado encima de la cama a modo de adorno. Antes del elefante hubo un dragón -también de peluche- y un pato enorme. El pato era estupendo, porque al ser tan redondito resultaba muy conveniente, pero se rompió con facilidad. El elefante aún sobrevive, pese a la fatal pérdida de un ojo y la consiguiente abertura por la que se le sale el relleno.


El caso es que desde mi adolescencia la ama no ha vuelto a poner peluches en la cama. Ella dice muy dulcemente que para eso me tiene a mí. "Es mi peluche vivo", afirma, y me abraza. Pero en realidad creo que estaba harta de que me cargase sus muñecos. ¿Qué opinas tú? Yo mientras tanto, me quedo sentado mirando el armario en el que guarda el elefante de peluche. Lo mismo se apiada y me lo deja un rato, jeje. Guau.

lunes, 16 de abril de 2007

El plato de agua se me llena de fasfarilla(c)

En casa, aparte de mí, hay otros animales. A saber: pájaros y peces. Bueno, en realidad ahora hay pájaro y pez. El pez es un payaso -no es que tenga gracia ninguna, es que es un pez "payaso"- que lleva en el acuario unos cuatro o cinco años, según comenta mi ama. Al principio no estaba solo, de hecho era uno entre muchos: escalares, limpiafondos, neones... que fueron muriendo y siendo reemplazados por otros que, a su vez, fueron muriendo... en una espiral aparentemente sin fin. Hasta que mi ama decidió que los peces eran mascotas poco agradecidas, poco interactivas y poco de todo. Así que cuando el pez payaso muriese, "se acabó el acuario, que da mucho trabajo y sólo me encargo yo" (sic). Pues ahí sigue. Y no se muere (el pez, no la ama, por dios).

En cuanto a los pájaros, el primero fue Pichí, a la sazón hijo de los canarios que tenía el abuelo humano en ese momento: Pitusín y Pitusina. Pichí tiene ya diez años y canta muy bien. Ha sobrevivido a una mudanza y varios cambios de jaula, desafiando el conocido dicho "jaula nueva, pájaro muerto". A Pichí le vinieron a hacer compañía una pareja de agapornis después de que los amos pasasen unas vacaciones en Tenerife y se quedasen prendados de los ejemplares del Loro Parque. A falta de loros -caros y difíciles de mantener- se hicieron con estos "loritos del amor", también conocidos como "inseparables".

Durante la primera primavera pusieron TRECE HUEVOS. Lo cual puso a los amos sobre la pista: no eran macho y hembra, eran dos hembras con embarazos psicológicos. Una de ellas murió y compraron otro supuesto macho, que murió antes de que pudiera demostrar si realmente lo era. Así que al final quedó la hembra más fuerte (llamada Pin, imagínate cómo se llamaba la otra, en un alarde de originalidad), que vivía feliz pegando gritos a Pichí cada vez que este cantaba. Se tomaron cariño y se arrimaban a los barrotes de sus jaulitas para verse de cerca... aunque ambos sabían que su amor era imposible.

Pin superó un tumor que según una veterinaria experta en aves tropicales (tras una radiografía de 5.000 de las antiguas pesetas) la llevaría a la muerte en poco tiempo. Dos o tres años después, Pin seguía viva y -por lo que parece- apetecible para el sexo opuesto. Un día apareció sobre la jaula de Pin un agaporni rosicolli de plumaje verde y cola azul. Debía haberse escapado y voló hasta la jaula de la hembra que le atraía con sus gritos. Los amos lo adoptaron y le llamaron Casanova. Éste sí que era macho, como pudieron observar asombrados cada vez que pillaban a la pareja copulando (¡qué alarde de movimientos, qué duración, qué... bonito!).

Pues bien, Pin parecía fecundada, pero no llegó a poner ningún huevo. Quizá fuera el tumor que la tenía que haber matado varios años antes, quizá fuera ya vieja... el caso es que murió. Y Casanova quedó solo en la jaula, gritando, mirando a Pichí sin interés y asustándose por todo. Entonces los amos decidieron enviarlo a casa de un familiar que cría agapornis y en este momento tiene dos hembras deseosas de prole. Espero que te lo pases bien, amigo.

Y ¿a qué venía todo esto? A la fasfarilla. La fasfarilla que llena mi plato de agua desde que Casanova no está y Pichí tiene su jaula justo sobre mis platos. Y entonces ha surgido la duda: ¿existe la palabra fasfarilla? En la vetusta enciclopedia Larousse no está -dice la ama-. Espera, que lo busco en la RAE -dice el amo-, pues no, no está. ¿Y en la wikipedia? Tampoco. En Google no aparece nada. Hum. Entonces nos hemos inventado una palabra, y de ahí la (C) de Copyright. Fasfarilla son las cáscaras de las semillas de alpiste que el canario come. Al agitar las alas en su jaula, Pichí hace que la fasfarilla vuele y caiga sobre mi plato del agua. Eso es la fasfarilla, y por eso ahora llena mi plato.

Amigos internautas del mundo, os presento esta nueva palabra. Fasfarilla. Buscadores, manos a la obra para indexarla. Guau.

Tumbado en "mi" cama

He hablado ya varias veces de "mi" cama. Es decir, la cama que dejo usar a los amos por la noche, la cama en la que tienen que dejarme un hueco lo suficientemente grande, adecuado y situado para que yo pueda dormir. La cama que -en definitiva- durante dieciséis horas al día uso YO. Pues bien, el amo el otro día me grabó mientras estaba medio dormido en MI cama. Y éste es el resultado.

PD: el objetivo sabía algo amargo.

Un collar muy efectivo

Aunque sé que va en mi contra, hoy voy a reconocer mi gran defecto: soy muy impulsivo y tiro muchísimo cuando me llevan de paseo. Si esto ocurre con un pequeño perro de -digamos- hasta diez kilos de peso, no hay gran problema, porque los amos tiran de él y se lo llevan a rastras. Seguro que todos habéis visto a algún humano tirando de su pequeña mascota sin apenas esforzarse mientras ésta se empeña en hacer fuerza en sentido contrario.
 
Pero cuando el animal en cuestión pesa 27 kilos de fibra y músculo, sin nada de grasa, la cosa cambia. Y si encima tiene un carácter fuerte y se va intentando encarar con todos los demás perros que encuentra, ya no hay más que explicar. Seguro que también habéis visto muchas veces cómo los perros de este tipo "sacan" a sus amos a pasear. Para los perros es una lucha por llegar a aquel árbol, oler esa papelera, seguir ese rastro, marcar esta piedra... pero para sus amos es una auténtica tortura.
 
Una solución que ha demostrado cierta efectividad es el collar de castigo. Si tiras mucho se cierran los pinchos y te pellizcan. Pero cuando te acostumbras realmente no te hace mucho daño -hablo por experiencia- y realmente le hace más daño a tu ama cuando te mira el cuello lleno de pellizcos rojizos y alguna que otra costra. Se siente culpable.
 
Sin embargo hace un par de semanas mi ama encontró por internet -ah, la gran red de redes, qué invento- una solución. Es un collar cuyo diseño está patentado en Estados Unidos y cuyos creadores tienen que estar forrándose. Se llama Gentle Leader y sigue un principio similar al de los bocados que se ponen a los caballos, pero menos aparatoso y -desde luego- totalmente inocuo para el perro. Lleva una tira que rodea el morro y otra que rodea el cuello. La correa se engancha en el cuello bajo la boca y al tirar produce un doble efecto: te baja el morro y te tira de la nuca. Según sus creadores, el perro siente lo mismo que cuando una perra coge a sus cachorros del pescuezo o les enseña a que algo no se hace.
 
Curiosamente, aunque no es un bozal la sensación que me da es la misma. Me cruzo con otros perros y no les ladro. Puedo olisquear cosas, puedo abrir la boca, puedo jugar y coger piñas... pero me da la impresión de que no puedo ladrar ni atacar. Es un poco incómodo porque trato de tirar y entonces mi morro baja y miro por narices a mis amos. Sé que es una solución ideal para perros como yo, y por eso os lo he contado, pero que conste que en realidad a mí no me gusta. Me paso todo el rato frotando el hocico contra las piernas de mis amos, los arbustos, las piernas de mis amos, los arbustos... para ver si me lo quitan. Pero luego se me olvida que lo llevo y, la verdad, es mejor que el collar de castigo.
 
Ya me diréis qué os parece si lo probáis. Ah, y no es caro. Guau.
 
 
 
 

viernes, 13 de abril de 2007

¿Cómo puedo avanzar el tiempo?

De acuerdo, los humanos han establecido un sistema más o menos aceptable para medir el tiempo. Pero ¿por qué diantres es tan elástico? No tiene sentido que las mañanas que paso solo en casa esperando a que el amo me saque a hacer el pis de mediodía sean tan largas y que los paseos duren tan poco. Es cierto que me paso la mayor parte del tiempo durmiendo en una cama de 1,50 con la cabeza apoyada en la almohada y la oreja extendida para mayor comodidad... pero eso no les da derecho a incrementar tan exageradamente la duración de las mañanas.

Propongo una forma aceptada universalmente para acelerar el tiempo sin perjudicar a nadie: adelantar la ruedita que tiene el reloj. Yo he visto a los amos hacerlo a menudo y no ha ocurrido nada malo. ¿Por qué hacerlo todos a la vez cuando lo dicen en el telediario? ¿Y por qué tiene que ser a las dos de la mañana? ¿Es que acaso todo el planeta tiene que quedarse despierto hasta las dos de la mañana para adelantar el reloj una hora? ¿Y los que hacen el botellón? ¿Acaso paran la juerga y buscan alguien con reloj lo suficientemente sobrio como para poder adelantar convenientemente el reloj?

A partir de ahora creo que podríamos adaptar esta forma universalmente admitida de acelerar el tiempo a nuestras necesidades. Por ejemplo: los amos se marchan a trabajar. Yo me tumbo en la cama. Al rato (tres horas) me despierto. Adelanto el reloj a las 14.00. El amo llega y me saca a hacer pis. Atraso el reloj y jugamos tres o cuatro horas. Volvemos a casa. Él se sienta en el salón, adelanto el reloj y en ese preciso momento llega la ama de trabajar. Les llevo la pelota, atraso el reloj, y me la tiran durante -pongamos- una hora. Y después bajamos a la calle, atraso el reloj y damos un paseo de unas dos o tres horas. Subimos, adelanto el reloj y volvemos a jugar con la pelota unos minutos hasta la hora de cenar. Ceno y nos tumbamos en la cama a dormir -los tres-, yo en medio después de mordisquear el edredón. Y luego a las dos horas adelanto el reloj y ya es la hora de levantarse. ¿Qué te parece? Creo que es el horario ideal.

Guau.

lunes, 9 de abril de 2007

La fiebre de los trescientos


¿Alguien puede entender la fiebre que les ha dado a algunos por los espartanos a raíz de la película 300? No es para tanto. Bueno, al menos eso pienso yo. Desde luego que hay que reconocerle mérito, tanto a la historia como a la película, pero no creo que sea como para volverse locos y gastarse 300 euros en un escudo o 200 en una espada... incluso los hay que están buscando ya el casco que llevan los espartanos para montarse una especie de "museo de los horrores" en casa.

Incluyo el enlace del website oficial de la película en castellano porque está muy bien, repleto de vídeos, información, fotos, descargas de escritorio, etc. Por ejemplo, la foto que he incluido es una de las descargas de escritorio, pero ¡¡también hay iconos para utilizar en los documentos y carpetas de Windows!! Qué más puedo decir.

Por cierto, que a esos a los que tanto gusta la película y todo el merchandising que la rodea les podría convenir dar un repaso a la historia real que dio pie a este episodio. O al cómic basado en esa historia que a su vez dio pie a la película. Se trata de un cómic de Frank Miller que recrea la hazaña de trescientos espartanos en su lucha contra las tropas persas en 489 antes de Cristo. Miller a su vez se basaba en la película El León de Esparta, sobre la Batalla de las Termópilas, que en inglés se tituló The 300 Spartans (¿comprendes ahora por qué para nosotros nunca significó nada el número 300 hasta ahora?).

Incluyo el tráiler de la película en español por si todavía no la has visto y quieres saber si te interesa. Tanto la música como la imagen son impresionantes, eso no se puede negar. Y no engaña, en la peli también lo son. Pero de ahí a volverse loco... Guau

miércoles, 4 de abril de 2007

Deberían existir más habitaquos y menos hipotecas

Últimamente todo el mundo se pregunta qué es un "habitaquo". He oído conversaciones en casa en las que mis amos trataban de buscar la respuesta sin éxito. También en el parque varios amos de caniches discutían sobre ello y pensaban que se trataba de un problema de vivienda. "Son los pisos de la ministra Trujillo, en los que no cabe ni un alfiler", decía un señor de pelo cano y barriga sobresaliente. "De eso nada, mi hija -que tiene internet- me ha dicho que es un nuevo medicamento para la astenia primaveral... por lo visto es buenísimo", añadía una rubia teñida con cara de ser listísima. Pues yo tengo la respuesta. Un "habitaquo" no es otra cosa que un piso en alquiler. Sí, como lo oís. Si tienes un piso en alquiler, tienes un habitaquo. El que te alquila el piso es el habitaquino y lo que pagas todos los meses es el habituaquiler. Está claro ¿no?

lunes, 2 de abril de 2007

Rectificar o salir del paso y el pollo robado

El viernes pasado en Telecinco dieron una muestra del respeto que tienen a las reglas del periodismo y al derecho de los ciudadanos a recibir información veraz. En Caiga Quien Caiga (CQC) emiten cada semana un reportaje-denuncia dentro de una sección llamada Proteste Ya. Generalmente están muy bien porque dejan en evidencia a alcaldes de pueblos pequeños en los que actúan como si fueran caciques y sólo con la intervención de un programa de televisión se dan cuenta de que no se puede actuar así. Sin embargo, el viernes al terminar el programa -que mis amos no vieron porque fueron al cine, así que sólo pillaron el final- emitieron un mini-espacio en el que salían imágenes de una fábrica y una voz monótona que admitía a toda velocidad que la fábrica no actuaba de forma ilegal, que tenía permisos para hacer su trabajo, que los residuos que emitía estaban controlados... ¿Qué era eso? ¿Una rectificación o simplemente querían salir del paso? ¿Por qué no le dieron la importancia que merecía, la misma que le habían dado a la hora de emitir el reportaje? Como bien dice hoy Javier Pérez de Albéniz en su blog, le tendrían que haber dado más relevancia, introduciendo opiniones de los afectados y colocando la rectificación exactamente en el mismo lugar del programa, es decir, en medio de la emisión, y no al final, después de los títulos de crédito y con el tono de "esteanuncioesdeunmedicamento. Consulteasumédicoofarmacéutico..."
 
Por cierto, que por mucho que Manel Fuentes sea un buen presentador, se echa de menos a Wyoming en el CQC (todavía alucino, tiene una entrada en la Wikipedia). Nadie puede igualar su lengua afilada, su humor hiriente, su réplica tan rápida. Mis amos tienen un amigo que antes se parecía mucho a él: era divertido y mordaz. Pero desde que se ha incorporado a la vida laboral está más serio, más triste, más aburrido. ¿Estará reñido el trabajo con la ironía? ¿Hace falta tener mucho tiempo libre para ser ocurrente? Mmm... quizá.
 
PD: El sábado comí un hueso de vaca y luego robé medio pollo de la cocina de mis "abuelos" humanos. Estoy suelto de la tripa. El domingo hice levantarse a mi ama alas CUATRO Y MEDIA DE LA MADRUGADA porque tenía que vaciar urgentemente mis maltrechos intestinos. He pasado un fin de semana un tanto raro. No volveré a robar un pollo (¡¡tonterías!! soy un perro y lo volveré a hacer en cuanto me den la oportunidad, no nos engañemos...). Auuuuuuuuuu.