El poder de la caca

He estado echando un vistazo a los resultados de mi página en Google Analytics y cuál ha sido mi sorpresa cuando he visto que el enlace más visitado es el de la etiqueta caca. Sí, como lo lees, a los lectores de este blog -incluído tú- les gusta la caca. O sea, lo escatológico.

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha manifestado un interés extraño por sus propios fluídos y desechos. Quién no ha visto a algún humano hurgándose las orejas y revisando luego con extraña curiosidad esa cera amarillenta pendiendo de su uña. O excavando imposibles túneles en sus fosas nasales para luego contemplar con satisfacción el producto de tales esfuerzos... y comérselo (agg) o -¡peor aún!- pegarlo en la parte inferior de la primera superficie sólida a mano.

Esos fluídos son comprensiblemente interesantes, y hasta yo que soy un perro lo comprendo. Debería decir "sobre todo yo, que soy un perro", ya que todos sabéis que los perros tenemos cierta debilidad por la porquería, sobre todo cuando procede de nuestros queridos humanos. Pero lo que realmente es curioso es el interés que tiene la raza "superior" por los desechos de los demás. Y lo digo en sentido figurado. No he visto a ningún humano mirando su caca con interés. Es más, en seguida suelen tirar trozos aleatoriamente largos de papel higiénico sobre ella para taparla antes de tirar de la cadena. Pero sí les encantan las cacas de los demás.

Y me refiero a su desmedido interés por lo escatológico y el morbo. ¿Cómo puede haber alguien que después de leer este post pulse en el enlace de la etiqueta caca? Pues los hay. ¿Qué esperan encontrar? Quizá una fórmula mágica para que las cacas de sus perros no huelan, o mejor aún, para que no se les deshagan en las manos mientras las recogen con la preceptiva bolsita recoge-cacas.

Queridos amigos: la caca gusta. No podemos negarlo. Que tire la primera piedra o deje el primer comentario aquél que no se haya sentido tentado de pinchar en el enlace donde dice "para que las cacas de sus perros no huelan". Los que no pincharon ya han contestado. Los demás, ya saben a qué página les ha llevado. (Ha sido una maldad, lo sé, pero qué aburrida sería la vida sin estas pequeñas travesuras ¿eh?) Lametones y ladridos para tod@s. Y recuerda: si no dejas un comentario, es que has pinchado :-D