miércoles, 16 de mayo de 2007

Carreteras perdidas

Se habla mucho de la web 2.0, de la participación de los usuarios en la Red, de la democratización de la información y todas esas pamplinas, pero la realidad es que en internet es como en la construcción: uno trabaja y el resto miran. Y la verdad es que el trabajo está justificado si te reporta algún beneficio (es decir, que disfrutas introduciendo contenidos en este gran cajón desastre que es internet; o bien ganas dinero). Pero si no hay nada de lo anterior, la cosa cambia y las ganas se pasan. Y si no, echa un vistazo a los millones de blogs creados en algún momento de iluminación por usuarios que en seguida pasan a otra cosa mariposa.

Debe ser cierto eso de que hay gente que se hace asidua de un blog y se pasa los días visitándolo para disfrutar del ingenio de su autor pero... en serio ¿conoces a alguien que sea así? ¿O realmente tú has llegado hasta aquí por casualidad, porque buscaste en internet algo sobre la caca dura y apareció mi blog? (En serio, busca en Google caca dura y llegarás aquí, ¿no me crees?) No nos engañemos, los blogs son un destino erróneo de millones de búsquedas. Como esas carreteras de pueblo mal señalizadas que te llevan a una cafetería cutre en medio de la nada: ya que te paras a preguntar el camino correcto, te tomas algo. Pero es difícil que vuelvas.

Y ahora llega la pregunta: ¿qué porcentaje de visitas de los blogs proceden de usuarios perdidos y cuántos llegan de verdad a donde querían? Y otra pregunta aún mejor: ¿realmente crees que incluir un enlace a tu blog en miles de páginas va a conseguirte lectores fieles? ¿O quizá sólo turistas perdidos para los que ir a parar a tu página no es más que llegar a una cafetería cutre de pueblo? ¿O quizá buscas mejorar tu posicionamiento en Google?

En cualquier caso, si te hace ilusión que incluya tu enlace en mi página, sólo tienes que hacérmelo saber haciendo un comentario a este post. Por intentarlo que no quede ¿eh? Guau.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno, si señor. Amen, palabra por palabra.