sábado, 24 de febrero de 2007

La compra semanal

El sábado es el día de la compra semanal. Sé que es sábado porque la ama no se levanta a las 6.45 ni el chisme de los números verdes comienza a sonar. También sé que es sábado porque es ella quien me saca por la mañana... y me encanta (a diario es el amo quien me hace la primera salida: algo rapidito, que hay que trabajar; pero en fin de semana, si hay suerte y la ama quiere, nos vamos a correr tras unas piñas y unos palos... es genial).

El caso es que los sábados me gustan por muchas cosas. La primera es que los amos pasan mucho tiempo conmigo. La segunda es la compra semanal. Normalmente va la ama con su madre (mi "abuelita"). Lo sé porque viene oliendo a ella. Pero a veces van los amos juntos. En cualquiera de los dos casos, llegan cargaditos de bolsas que huelen mmm... de maravilla. Y siempre me traen un "regalito": un estupendo hueso de vaca, de esos que tienen tuétano, de los que se pueden roer y tienen chicha, grasa, carne... arf... sólo de recordarlo me pongo a salivar.

Y ahora viene la explicación de la foto. Cuando llegan con todas las bolsas y las ponen en la encimera de la cocina yo espero pacientemente hasta que terminan de colocarlo todo. Y cuando han terminado ¡llega mi turno! Y la ama me da mi hueso. Mi premio. Mi compra semanal. Sólo por eso merece la pena vivir. (Bueno, por eso, y por ver a mis amos felices... les encanta darme ese hueso, disfrutan muchísimo y a mí me mola verlos así... Ay, qué bien, que es sábado).

Otra ventaja de que sea sábado es que las salidas son más relajadas, los amos están más contentos y a veces dormimos la siesta todos juntos, es genial.

Feliz fin de semana. Guau.

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